domingo, 29 de octubre de 2017

B CAPITAL: LOS LOOKS DE LA EDICIÓN

La fidelidad cuesta. Y así como cuesta, es completamente necesaria. ¿Para qué? Creo que cada día lo comprendo menos, tal vez la mejor noción de creatividad se vive fuera de la fidelidad a las ideas. Pero hoy, dentro de los arcos de lealtad en los que vivo, decidí serle fiel a Men to Fashion, mucho antes de que la idea de El Rolo surgiera por ahí. Y bueno, creo que también hubo inspiración bonita para serle fiel al momento en que todo esto comenzó.

¿Por qué dejamos de hablar de moda acá? En un intento purista de serle fiel a mi trabajo, llevo un tiempo escribiendo el blog de moda de la Revista Mallpocket, y creo que solo he escrito de moda allí, en aras de retomar la idea del nombre de ese blog: básicamente. Allá hablamos del modo en que se construye esta industria, desde las bases. Ha sido un viaje interesante que debía agradecer desde acá, este lugar extraño de la esfera del internet, donde hemos hablado de todo y de nada, construyendo historias inconclusas que cada día agarran más fuerza.

Y bueno, fueron ellos, los queridos de Mallpocket con los que fuimos a cubrir B Capital. Siendo fiel al modo en que hemos cubierto cada feria de moda a la que su servidor asiste, haremos un análisis general de todo lo que vimos, y un ranking de las mejores propuestas de la feria. Todo un reto en la que podría llamar una de las mejores ferias de moda en la que he estado. De todas las propuestas llevadas a la pasarela, serían solamente dos un caso aparte a la línea de alta calidad presentada en el evento.

Como se podrán imaginar, haremos el análisis propuesta a propuesta en el blog de Mallpocket. Allá veremos bien de qué se trató cada cosa. En El Rolo solamente les contaré vainas que, por fidelidad, no cuadran con la línea editorial que llevamos en Mallpocket. Acá somos extremadamente ñoños y nos damos el lujo de botar artículos súper largos para explicar cada una de las percepciones de la feria.

Seamos un tris frívolos y comencemos el cubrimiento de B Capital con los looks usados para los tres días de la feria. Esta feria, en comparación de todas las demás, tuve a un nuevo fashion squad al lado, con quienes compartiría la visión de una nueva industria de moda colombiana, a la que aún le tengo un escepticismo enorme (del cual hablaremos acá en un próximo post).

Look 1. La nueva obsesión. 

Creo que si me siguen en Instagram y son esa gente juiciosa que ve mis fotos raras, han notado que varias prendas llegaron este año a mi armario para convertirse en una suerte de fetiche extraño. Y bueno, la palabra fetiche no deja de sonarme inapropiada, pero no encuentro un modo diferente de describir mi sentimiento por estas prendas. Mis jeans de rotos, el kimono, el overol negro, el clutch rojo y la capa negra que me acompaña hace poco más de un año; además de las maravillas de SOY, María Luisa Ortiz y Diego Guarnizo, que se volvieron democráticas a través del Éxito.

A estas obsesiones, le añadí una prenda nueva que tenía hace rato en mi radar: un ligero suéter de cuello tortuga. Curiosamente, B Capital dio la sorpresa bonita de suceder justo antes de mi cumpleaños, época en la que me pongo cansón y reflexivo hasta en los atuendos. Reencauché cositas, y en medio de la elegancia que implica el primer día de feria, surgió un atuendo muy minimalista, con pocas dosis de color y con el que se convertiría en el básico de los fríos de octubre: un buen buzo cuello tortuga. 

Con chaqueta de Emporio Armani, zapatos de Arturo Calle, sobre de H&M, medias y pañuelo de SOY para Arkitect, nos quedamos con el negro que te quiero negro en jeans y suéter, firmado por Pull&Bear

Gracias a Polite por el escenario lindo para fotos.



Look 2. El kimono que no era kimono. 

Ahora, si son juiciosos en Twitter, que es donde me echo los carretazos aleatorios sobre moda, Colombia, política y la cotidianidad extraña que me pasa frente a los ojos, recordarán que me volví cansón con una prenda que compré y me costó un montón combinar. Creo que nunca antes una prenda había significado un reto tan grande, y resolverlo era la mejor historia que podía contar en B Capital. Sé que tengo en el tintero un artículo en el que les contaré el por qué de un kimono, un overol o cualquier prenda extraña que se lleve mi fascinación, y ya esa será otra historia. 

Total, en medio de mi búsqueda de ideas surgió la pregunta de qué era lo que llevaba puesto. Un seguidor me contó, por cómo lo veía, que no era siquiera un kimono, era más un gi. ¿Qué es un gi? Esa vaina se supone es una prenda que se usa en la práctica de artes marciales, como el taekwondo (y a uno que le da pereza caminar diez calles). Como era de esperarse, no es un gi completo, es más una interpretación veraniega (el original suele ser de algodón y tiene puños especializados para la comodidad de los movimientos, este es de lino y más como camisa). Y cuando supe que quedaba perfecto, lo combinamos con algunos toques de color y así fuimos para el segundo (mejor) día de la feria. 

Al kimono de H&M, lo combinamos con blazer de Falabella, necker chief de SOY para Arkitect, pañuelo de Soloio, zapatos de Punto Blanco y sobre de Stradivarius



Look 3: #ChirriChic

¿Adivinen a quién tenía que llevar a la función? ¡Claro, al pana de panas, rata de ratas! Creo que es muy clara la fascinación que tenemos en este blog por Mickey Mouse, entonces, tenía que llevarlo alguno de los días de la feria. Y creo que, después de dos días completos llegando a las 6 am a la oficina, y saliendo a las 11 pm del recinto ferial, ya quedaba poca creatividad y paciencia para un look bien halado. ¿Qué hicimos? Tratamos de hace un upgrade a cualquier cosa que llevaría un viernes a la oficina. Un sweatshirt para el frío, amarrado a la cintura para que no estorbe; un buen abrigo para lidiar con Bogotá, y tenis, camiseta y gorra para darle el toque juguetón a la vaina. Los rojos han sido una parte fundamental de mis looks de todo el año, y qué mejor momento para darles un twist que en el cierre de B Capital, la feria underground que define a Bogotá mejor que ninguna otra. 

La camiseta, sweatshirt y pantalón son de Pull&Bear, el trench de Zara, los tenis de Clop (una marca colombiana tan underground como el mismo B Capital), la gorra la personalicé yo, y los brazaletes son de Paprika y Magma Dasha. Y bueno, cerraríamos con un sobre de SOY para Arkitect, marca que porté con orgullo los tres días de la feria, y otra de mis marcadas obsesiones del 2017. 



No siendo más, por esta entrega, y con la egoteca de presentar tres looks en un solo post, los dejo por ahora. 

¿De qué hablaremos en la próxima edición? Bueno, analizaremos el por qué de las pasarelas, los espacios, la nueva organización de la feria y, lo que más he pensado este año: ¿sigue habiendo moda masculina en Colombia? 

¡Nos leemos aquí y en Mallpocket

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